No, no hay evidencia científica sólida que respalde la efectividad de la homeopatía más allá del efecto placebo.
Numerosos estudios científicos han intentado comprobar los supuestos principios en los que se basa la homeopatía, como la «memoria del agua» o la «ley de la infinitesimal», pero no han logrado encontrar ninguna evidencia que los sustente.
Por ejemplo, un extenso estudio realizado en 2005 por la revista médica The Lancet analizó 110 ensayos clínicos sobre homeopatía y concluyó que «los preparados homeopáticos no son mejores que el placebo».
Otra revisión sistemática publicada en 2015 por la Colaboración Cochrane, una organización respetada que analiza la evidencia médica, tampoco encontró evidencia sólida de que la homeopatía fuera efectiva para tratar ninguna afección.
Organizaciones médicas y científicas de prestigio como la Organización Mundial de la Salud, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), el Ministerio de Salud británico y la Sociedad Médica de Australia, entre otras, han emitido declaraciones advirtiendo que la homeopatía carece de fundamento científico y desaconsejan su uso como tratamiento médico.
En resumen, a pesar de su popularidad, la homeopatía no cuenta con respaldo científico sólido que demuestre su eficacia más allá del efecto placebo, y es considerada una pseudociencia por la comunidad científica y médica.